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NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y ESPERANZA

Lejos queda aquel 8 de enero del año 2.002 cuando en un pequeño taller de la cordobesa plaza de San Pedro nuestro Hermano Mayor, D. Antonio Romero Pérez, firmaba con el imaginero Don Enrique Ruiz Flores el contrato de adquisición de una dolorosa para rendirle culto por parte de nuestra Cofradía y Hermandad. La Hermandad confió a este imaginero la realización de su Dolorosa titular, nuestra idea era tener una Virgen con rasgos aniñados, ojos verdes, cabeza inclinada, mirada algo caída y cinco lágrimas. Quique supo interpretar nuestras indicaciones de forma magistral, el resultado fue asombro. El boceto en barro nos entusiasmó, la talla en madera nos asombro y la policomia nos enamoró. Por fin el Señor Cautivo tendría una madre que estaría a su altura.

El día 10 de junio de ese mismo año la imagen de la Virgen era trasladada a Espejo. El día 21 de ese mismo mes la imagen de María Santísima de la Paz y Esperanza era presentada ante todos los fieles en un sencillo acto y el 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción era bendecida bajo un palio blanco en la iglesia de San Bartolomé por nuestro párroco don Francisco García Velasco, actuando como madrina Dª Rosario Lucena Gutierrez, como padrino D. Antonio Jiménez Luque y como testigos las Hermandades penitenciales del pueblo de Espejo. Dos años después y en el mismo templo tenía lugar su coronación diocesana, también un 8 de diciembre y en el año del 150 Aniversario de la Proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción. Y todos los años, si Dios quiere, en torno al 8 de diciembre se celebrará un triduo en honor a la Virgen, estando expuesta ese día la imagen en besamanos.

En el Cabildo Ordinario de Hermanos del año 2.007 se aprobó que la Virgen, ante la demanda un gran número de hermanas, sería procesionada por hermanas costaleras, a costal, no a hombros. De la misma manera se aprobó que la Virgen procesionaría por vez primera el Miércoles Santo del año 2.008, coincidiendo con el X Aniversario Fundacional de la Hermandad. Esta primera salida se vio frustrada por una inoportuna lluvia que impidió que el pueblo de Espejo pudiera contemplar el trabajo realizado por las hermanas costaleras desde el mes de octubre de 2.007.

Es de destacar la gran devoción que la imagen de Mª Stam. de la Paz y Esperanza cuenta entre los vecinos de la localidad, muestra de ello es el gran número de regalos y donaciones que recibe continuamente. Todo el ajuar que posee la Virgen ha sido donado. Muestra de esta devoción es también la masiva asistencia de fieles en los cultos que anualmente le dedica la Hermandad asi como la expectación que despierta cada Miércoles Santo. Sus devotos esperan ansiosos el momento de verla entronizada en su paso vestida exquisitamente, alternando cada año saya blanca y verde y manto verde y blanco.

Encomiable es la devoción demostrada también por sus hermanas costaleras que durante meses acuden cada viernes a los ensayos de la cuadrilla para que cada Miercoles Santo la Niña Bonita de Espejo camine de forma señorial por las calles de Espejo.